Soy informática y, hasta ahora, mi carrera profesional y mi rol como investigadora ha estado orientada a esta área.
Desde pequeña he sido muy curiosa y siempre me ha gustado intentar entender el porqué de las cosas. Esto, unido a que mis asignaturas favoritas en el colegio eran las de ciencias y, sobre todo, las matemáticas, me impulsó a enfocar mis estudios en ingeniería y, concretamente, en la informática.
Actualmente trabajo en el centro de Supercomputación Castilla y León (SCAYLE) y lo compagino con mis estudios de doctorado manteniendo así la vinculación con la investigación.
¿Cuándo aterrizaste en el mundo de la computación cuántica?
Hace relativamente poco. Un par de años atrás -como mucho- empecé a notar la irrupción que estaba teniendo la computación cuántica en el mundo en general, tanto a nivel de investigación como en el sector privado. En aquel entonces, y por mera curiosidad, el tema empezó a interesarme. Me leí un artículo de divulgación para conocer y entender el auge que estaba teniendo y me encantó.
A principios de este año, me enteré de la posibilidad de formar parte de la red de técnicos del proyecto Quantum Spain y no lo dudé, ¡¿por qué no?! Me presenté al proceso de selección y aquí estoy.
¿Qué te motivó a ser parte del proyecto Quantum Spain?
Podría decir que los dos principales motivos fueron la experiencia profesional y vital que supondría para mí y los conocimientos que sabía que iba a adquirir siendo parte de un proyecto como este.
Antes de comenzar a trabajar en Quantum Spain, mi interés y curiosidad por la computación cuántica ya existía. Indirectamente, por medio de la lectura, me fui formando en este campo.
Cuando empiezas todo parece sencillo, pero cuando quieres profundizar en algo y entender lo que hay detrás, sobre todo para alguien sin perfil físico como yo, se te complica todo. La formación que facilita el proyecto a través del programa de TalentQ, me parece tan destacable como el propio objetivo de la puesta en marcha de un ordenador cuántico. Saber que trabajo junto a tantos y tan buenos profesionales en el campo es, sin duda, un valor añadido.
Estar en un proyecto como Quantum Spain es una oportunidad única. Poder participar en red con el resto de centros de supercomputación de toda España y sus técnicos es una experiencia muy enriquecedora. Gracias esto, puedo conocer la forma en que otros trabajan y aprender de ello.
¿Cuál será el aporte de SCAYLE a este proyecto?
Por un lado, SCAYLE, junto BSC-CNS y CESGA, albergará uno de los emuladores cuánticos que conformarán la infraestructura de emuladores del proyecto. Su finalidad es simular el comportamiento de un ordenador cuántico mediante el despliegue de un software de emulación beneficiándose de los recursos hardware clásicos de computación de altas prestaciones (HPC). Bajo mi punto de vista, el papel de estos emuladores va a ser clave para que los usuarios puedan llevar a cabo todas las pruebas necesarias hasta optimizar el código desarrollado y así, posteriormente, ejecutar sus cálculos en el ordenador cuántico real.
Por otro lado, al igual que el resto de centros de supercomputación que forman parte de Quantun Spain, SCAYLE dispondrá de un técnico de apoyo para dar soporte a todas aquellas personas que se quieran aventurar en la computación cuántica, que en este caso sería yo.
A mi juicio, da mucha tranquilidad saber que existe una infraestructura de soporte cuando entras en este mundo, sobre todo si esta persona está especializada en computación cuántica.
¿Qué potencial le ves a la computación cuántica?
Creo que el potencial de la computación cuántica reside en las puertas que abre. Junto con su desarrollo, se hace posible la resolución de problemas que hasta la fecha eran irresolubles, revolucionando las cosas tal y como las conocemos. Por ejemplo, el campo de la ciberseguridad va a experimentar un antes y un después ya que la computación cuántica va a ofrecer la posibilidad de securizar nuestras comunicaciones a niveles superiores a los actuales gracias a la criptografía cuántica.
También va a ser importante que valoremos su consumo ya que, en líneas generales, nos va a permitir resolver problemas en menos tiempo y con menos recursos, lo que repercute directamente en la eficiencia energética. Si analizamos la tendencia de consumos de las máquinas “clásicas” actuales durante estos últimos años, podemos intuir que llegará un punto en el que se vuelva insostenible continuar utilizando recursos clásicos existiendo la posibilidad de resolver los problemas de forma cuántica. Aunque estemos obteniendo los mismos resultados, debemos tener en cuenta la energía empleada para ello.
¿Crees que es importante hacer más visibles a las mujeres en el campo de la ciencia? ¿Por qué?
Es necesario. Creo que más de alguna coincidirá en que a las mujeres pequeñas les cuesta encontrar un referente femenino con el que sentirse identificadas para pensar el típico “yo de mayor quiero ser como …”. Facilitar esos referentes a las nuevas generaciones y hacerles ver que pueden llegar a ser esa mujer que tanto admiran es un aliciente y una motivación para todas esas pequeñas (y no tan pequeñas en muchos casos). Romper esas barreras, muchas veces impuestas, y que cada vez haya más mujeres referentes me parece maravilloso. Tenemos que “desetiquetar” las carreras/profesiones y olvidarnos del “es una carrera/un trabajo de hombres” -como se decía de la informática- y visibilizar que cada vez somos más mujeres las que nos decantamos por estudios científicos y tecnológicos, y que se está reconociendo nuestro trabajo. Que además de ser cada vez más graduadas, también a nivel laboral se está avanzando.
Sin ir más lejos, tener a Alba Cervera como coordinadora de este proyecto demuestra que, con trabajo duro, se puede. El camino no es bonito, aún se nota la situación de desigualdad, pero, si estás empezando, recuerda que no estás sola.
Si tuvieras que darles un mensaje a los jóvenes investigadores/as, físicos, informáticos, etc. que aún no saben si desarrollarse profesionalmente en el área de la computación cuántica, ¿cuál sería?
Busca aquello que te apasione y que despierte en ti ganas de avanzar y saber más. El recorrido, como en cualquier campo, es largo y con altibajos, pero esas ganas son las que conseguirán que al final todo merezca la pena. La computación cuántica está avanzando y tienes la oportunidad de formar parte en ese avance desde los cimientos.
Pregunta, no tengas miedo o vergüenza, es mucho peor quedarse con la duda o con conocimientos erróneos.